El amor entregado, correspondido o no, siempre nos hace crecer.
No es culpa nuestra que la otra parte no lo reciba en la medida en que lo entregamos.
No somos dueños del destino ni las intenciones de nadie.
No podemos obligar a nadie a que permanezca a nuestro lado...
Pero sí podemos decidir cómo amar.
Si tú has decidido amar con profundidad, es porque esa es tu forma de ser, tu opción...
Hoy no han sabido valorarlo. Dale tiempo al tiempo y verás cómo encuentras otro motivo para llenar de flores tu ventana.
Mientras tanto se abre para ti un tiempo precioso para reconstruir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario